Hábitos
Puesto que el hábito es signo de consagración, de pobreza y de pertenencia a una determinada familia religiosa, junto con los Padres del Sínodo recomiendo vivamente a los religiosos y a las religiosas que usen el propio hábito. (San Juan Pablo II, Vita consecrata, n. 25)
En nuestra Orden, el hábito es diferente según las orientaciones de las Provincias. Llevamos la sotana con una moceta corta y doble manga: negra para los días de feria y blanca para los domingos y fiestas. Como Canónigos, para la liturgia, colocamos el sobrepelliz y la muceta morada.